Quien tiene un amigo tiene un tesoro. Y por la calidad de nuestra amistad, yo soy multimillonario.
Mi gran y fiel amigo...hemos estado arriba, abajo...en viajes a ninguna parte y en nuestro refugio: Covadonga.
Contra corriente, contra el sistema, con Dios, con España...Y ese nauseabundo olor de las cloacas...
Te vas amigo. Lejos. Muy lejos. A donde se iban los que no volvían: a ultramar. A buscar tu camino. Espero que la próxima vez que te vea me digas que has encontrado tu camino.
Mientras, en Madrid, un lobo solitario, tiene una razón menos para visitar Asturias.
Te quiero amigo.