Visiones papales
Francisco I no es Pedro "el romano", el último Papa de la lista de San Malaquías.
No es un Papa elegido canónicamente. (Diga quien lo diga).
No ha sido elegido por el Espíritu Santo. El cónclave de cardenales, donde desde hace décadas se han infiltrado masones, satanistas y luciferinos, apartó a Benedicto XVI y puso a Francisco I.
No es el Espíritu Santo, ha sido la bestia. La élite satanista que gobierna buena parte del mundo. Es el "Mabus" (entiendo que quizás Obama-Bush como dos cabezas de la misma bestia).
Es el gobierno en la "sombra", a través de sus lacayos en la casa Blanca.
Es George Soros y los Clinton, que buscaban extender las "primaveras árabes" a la Iglesia Católica.
A Franciso I ni siquiera se le puede considerar como antiPapa; ni siquiera un hereje.
Es un blasfemo, un instrumento del satanismo internacional. Es el "Papa" del que habla el tercer y cuarto (o segunda parte del tercero) secreto de Fátima.
Huirá de Roma y tendrá una muerte cruel.
El Papa con la mirada del mal (4º). El Papa que será ejecutado. (3º)
Y mientras se esconde, ejercerá su poder Pedro "el romano", casi con toda seguridad: Pietro Parolin o Tarcisio Bertone
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Tarcisio Bertone (arriba). Pietro Parolin (abajo) |
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Tarcisio Pietro Evasio Bertone, S. D. B.
(Romano Canavese, provincia de Turín, Italia, 2 de diciembre de 1934), es un cardenal salesiano de la Iglesia católica que fue Secretario de Estado de la Santa Sede bajo el pontificado de Benedicto XVI y camarlengo. El 28 de febrero de 2013 a las 20:00 tomó sus funciones durante el periodo de Sede Vacante y continúo siendo el cardenal camarlengo hasta el 20 de diciembre de 2014 en el que fue relevado en el cargo una vez cumplido el límite de edad de ochenta años.
Pietro Parolin (Vicenza, Italia, 17 de enero de 1955) es un prelado
italiano de la Iglesia católica. Siendo arzobispo titular de
Aquipendium, fue designado secretario de Estado de la Santa Sede por el
papa Francisco el 15 de octubre de 2013, en reemplazo de Tarcisio
Bertone. El propio Francisco lo creó cardenal presbítero el 22 de
febrero de 2014 y cardenal obispo el 28 de junio de 2018.
Ambos llevan en su nombre "Pietro", Pedro en español, Petrus en latín, que significa Dios (en el sentido de « como una roca») y Petros en griego, que significa roca.
"Sobre esta roca edificaré la Iglesia". Jesucristo escoge a Pedro (San Pedro) como primer Papa.
El último también será llamado Pedro.
Y además de llamarse Pedro, "debe ser" romano. O al menos algo tienen que tener para que San Malaquias le llamare "el romano".
Ambos posibles "aspirantes" (bajo mi punto de vista) son italianos, aunque no nacidos en Roma. Pero Tarsticio nació en Romano Canavese, provincia de Turín, una localidad que lleva el nombre "Romano".
El primero fue Secretario de Estado de la Santa Sede bajo el pontificado de Benedicto XVI y camarlengo.
Al hacerse el nombramiento del actual "Papa" Francisco, Pietro Parolin ocupó el puesto del anterior: secretario de Estado de la Santa Sede.
Creo que es más probable que Tarcisio Pietro Evasio Bertone, sea al que San Malaquias llamó "Pedro el romano". Aunque su avanzada edad, nos haría decantarnos por Pietro Parolin.
Precisamente la crisis que se desatará en la Iglesia hará que se quiera volver a Bendicto XVI, Papa elegido canónicamente, de manera legal, o a su secretario de Estado.
Entonces, mientras Francisco I, se esconde, Pedro "el romano", según San Malaquías: "En persecución extrema, en la Santa Iglesia Romana reinará Pedro el Romano quien cuidará a su rebaño entre muchas tribulaciones, tras lo cual la ciudad de las siete colinas será destruida y el Juez Terrible juzgará a su pueblo. Fin".
Un último Papa que cuidará de su rebaño, mientras el mundo se desmorona, mientras las mentiras del falso Papa salgan a la luz y haya rebeliones internas.
Las iglesias seguirán profanándose. Ya se está haciendo. Pero irá a más.
Evidentemente, si colectivos "LGTB" y demás grupos anticatólicos ya lo hacen, con el silencio cómplice de medios de comunicación y clase política, cuando se produzca el tsunami final y Europa sufra su últma embestida, debido a la imbecilidad masiva, musulmanes entrarán en el Vaticano y profanarán la Santa Sede. (Esto lo vi en Enero de 2016).
En este caos, con revueltas, con una Europa colapsada por la invasión y la crisis que pronto estallará, Pedro el romano, ejercerá su último papado, hasta que Roma sea destruida. Porque será destruida.
Y habrá guerra total en el mundo. Y por supuesto en Europa y en oriente próximo se producirá el Armagedon.
Después habrá un nuevo cielo y una nueva tierra. Y se cumplirá el "cuarto" secreto de Fátima. La piedra angular sobre la tumba de San Pedro se llevará a Fátima, donde se construirá la Nueva Iglesia del nuevo cielo y la nueva tierra. La Iglesia de los próximos 1000 años.
Muy pronto estallará la gran crisis económica.
Muy pronto saldrán a la luz las mentiras.
Muy pronto los europeos pagarán por su estupìdez y cobardía.
Muy pronto el oso acorralado (Rusia) pegará sus zarpazos.
Los silenciados hablarán.
Los oprimidos se levantarán.
Los acorralados, los oprimidos, sin nada que perder, se alzarán contra los poderosos, como lo haría un león acorralado.
Los que ejercen despótica y cómodamente el poder sufrirán la ira de las masas, los tumultos.
La sangre correrá en abundancia.
Habrá venganza.
Se desatarán los demonios que asolarán el mundo.
Se levantará nación contra nación, pueblo contra pueblo.
El valle israelí, llamado Armagedon, será testigo de la batalla final. Allí habrá ríos de sangre.
Las mentiras no serán eternas.
La paciencia de los oprimidos no es eterna.
Está todo escrito. Las élites, satanistas, poderosos, sus putas, chaperos y mercenarios. Los que han endurecido su corazón, los blasfemos. Todos. Todos serán aplastados en esta vida terrestre y peor será lo que tendrán después. Porque, efectivamente, no se muere nunca. Y eso es maravilloso para unos y tormento para otros. Porque "el que ama su vida, la perderá; y el que aborrece su vida en este mundo, para vida eterna la guardará". (San Juan, 12:25)
No pueden evitar el Apocalipsis, pero sí pueden acercar su alma a Dios. Pueden convertirse y purificarse. No valdrán siempre los arrepentimientos de última hora. Para muchos será tarde en el día final. Para muchos ya lo es de hecho, ahora.
Queda muy poco.