Qué cosas.
Todos habremos visto o leído sobre los excesos del señorito andaluz...Sobre los cabrones franquistas...
Hay una clase de sinvergüenzas, desprovistos de la más mínima ideología, de los que se arriman al Sol que más calienta. Que unos días son el hijo del cacique franquista del pueblo, y al siguiente dan lecciones magistrales de "mamocracias" y aborrecen de Franco y de los franquistas...
De entre estos, pues son universales, me referiré a unos que andan por las Españas y que tienen como único punto en su pseudoideología (mañana podría ser otra) la sandez, o, refiriéndonos al recién fallecido Gustavo Bueno: el "pensamiento Alicia".
El "pensamiento Alicia", a diferencia de otras utopías izquierdistas, se basa en la estupidez en sí misma, en la necedad del intelectualmente adolescente. En el torpe, muy por debajo de lo que se espera de alguien que es presidente de gobierno, diputado o ministro. En alguien pues, muy por debajo de la mediocridad mínima que se le requeriría a un político de cierta talla, en un subnormal político, por acabar resumiendo. (Subnormal porque está por debajo de la normalidad o mediocridad mínima que se le supondría para el cargo que representa).
La utopía, los utópicos, analizan la realidad, proponen soluciones, reconocen los problemas, las dificultades. El adolescente político, no ve problemas, todo es fácil. Como en el cuento de Alicia en el país de las maravillas. Si quieres atravesar un espejo lo atraviesas. Aquí no importa ni la Física, ni la Óptica ni muchísimo menos la Lógica. Es el subproducto ideológico de la progresiva degeneración de la ideología Marxista que cristalizó en el Socialismo de la Unión Soviética y en Occidente primero en socialdemocracia, luego social-liberalismo, luego liberalismo "progresista" y ya, es sus últimas fases, detríticas y decadentes, en el "pensamiento Alicia":
"Podréis cortar todas las flores pero no podréis detener la primavera" le gusta decir al adolescente político. Interesante frase para alguien que fue ministro de Defensa...
Pero si alguna característica tienen en común todos los apparatchiks, es su anclaje férreo al aparato. Como garrapatas, sanguijuelas.
Ellos saben como usar (el aparato) y abusar de él.
Así, cuando se le acusó de contratar trabajadores ilegales, no podía hacer otra cosa si no salirse por la tangente; por la que se salen estos del aparato. Algo que todo apparatchik sabe hacer muy bien. Echar la culpa al mensajero. Y es que como el medio que daba a conocer el mensaje era Intereconomía, nada más sencillo que hablar de montajes "fascistas". (De eso quizás haya aprendido en su casa, cuando era hijo del franquista del pueblo...Ya se sabe lo que dice el refranero popular:"piensa el ladrón, que todos son de su condición").
Es lo que hacen todos los sinvergüenzas del Régimen, echarle la culpa a los "fascistas". Nada nuevo bajo el Sol.
Ahora resulta que la Asociación Unificada de Guardias Civiles presentó una denuncia ante la Dirección General de la Inspección de Trabajo y Seguridad Social contra el expresidente del Congreso de los Diputados, José Bono, al asegurar que, presuntamente, continúa beneficiándose cinco años después de dejar la política de escolta y protección de su vivienda particular a cargo de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, además de por las supuestas malas condiciones laborales que estarían sufriendo.