EXPAÑA. Diario de la invasión.
Policías que atienden a migrantes en Málaga exigen medidas para evitar nuevos contagios de sarna
«En Motril, un compañero se contagió de sarna al recibir varias pateras e infectó a su mujer e hijo» indican desde el Sindicato de Policía Nacional.
No es la primera vez que ocurre: la facilidad con la que se propaga la sarna ha llevado a que varios agentes hayan contraído la enfermedad en los últimos meses al tratar con personas infectadas que llegan desde África. Es una afección que ha sido noticia en los últimos días por afectar incluso a una residencia de ancianos. Pero ahora vuelve a estar en la palestra: uno de los policías que trabajó en la llegada de 300 migrantes hace un mes, ha contraído sarna.
«Me ha salido en los pies. Sin darme cuenta me habré rozado con una manta o algo y como la ropa la sigo llevando y la dejamos en la taquilla, de ahí se propaga a todo. Todos en mi familia estamos ahora con tratamiento, porque como tarda en salir, no sé si mi hijo o mi pareja están contagiados», explica este agente que realizó con su vehículo oficial más de 20 traslados de migrantes, enfermos y sanos, al Hospital Materno para hacerles pruebas de osteometría (determinar su edad). «No tenemos medios para asumir esto. Meten en una habitación de 30 metros cuadrados a 60 personas con sus mantas y sus cosas, y nosotros tenemos que andar por ahí», añade.
Aunque a los policías se les ha informado del protocolo y dotado de mascarillas y guantes de veterinario,
no se les permite utilizar los monos blancos que cubrirían todo su cuerpo por la posible alarma social que pueden generar, ya que están asociados a enfermedades como el ébola. «Si no se establecen las medidas de seguridad oportunas pasaremos a utilizarlos. Tenemos miedo de llegar a casa e infectar a nuestras familias», comenta uno de los agentes.