Fuente: ABC
Voy a contar una historia de acoso y machismo rancio que sufrí all por Noviembre de 2010.
— Ferrepelente (@Ferfreiref) April 7, 2021
Ruego atención y difusión sobre todo a todas aquellas personas que se consideren feministas y este hilo llegue a su alcance.
Abro hilo:
Texto íntegro de hilo:
Resulta que una noche de principios de Noviembre estaba con dos compañeros de clase tomando algo por Lavapies y acabamos en un bar llamado La Huelga. Al parecer era un bar en el que se reunían varias personas de lo que ahora se considera ambiente podemita.
Yo llevaba a penas un mes en Madrid y no sabía de la misa la mitad. Uno de mis compañeros de clase nos llevo allí y él si parecía saber algo sobre los asiduos al bar. Desde luego yo no.
Total, entramos, pedimos la primera ronda y antes de terminarla entran tres personas.
El primero era Monedero, seguido por Pablo Iglesias y acompañados de un tercero que a día de hoy no sabría reconocer.
Al parecer iban allí porque emitían su programa La Tuerka de TeleK y solían aparecer para el visionado y tomar unas cervezas.
En cuanto nos vieron Monedero comenzó a hacer aspavientos orgulloso de sus alumnos y nos invitaron a una segunda ronda. Recuerdo la mano de Monedero en mi cintura cuando volvía de la barra con una copa. Al parecer el hombre es muy tocón en general, pero yo no lo sabia.
En ocasiones posteriores escucharía a otras chicas decir eso, que el Juancar es muy tocón y no hay que tenérselo en cuenta.
En fin, la hipotenusa.
Pues allí estábamos los 6 y en estas que el Macho Alfa vio a una tierna joven muy tonta y no quiso desaprovechar la oportunidad.
Me acorraló cual cervatillo para empezar a dorarme la píldora (recordemos que me saca 14 añitos, aunque todo muy legal eso si). No recuerdo exactamente la conversación, porque entre otras cosas debió ser bastante banal y vacía. Pero recuerdo esas típicas frases de:
“eres muy madura para tu edad” y cosas similares. Total, que ahí estaba yo con un tipo feísimo con coleta, chepa y un piercing choni que era profe de la uni (me lo dijo uno de mis amigos, yo no le había visto por allí) pensando qué hacer con mi vida y aguantando la turra...
...hasta que el señor Iglesias soltó por su apetitosa boca las siguientes palabras: “voy al baño a refrescarme, te espero ahí”.