"La democracia española es infantil porque cree en los Reyes Magos", dijo algún republicano ocurrente.
Pero es que la democracia no existe, no que sea buena o mala, infantil o madura. No existe.
Sería algo a desarrollar extensamente y que desbordaría una entrada de un blog.
Claro que no todos los regímenes políticos son iguales. Y que la posición de los que tienen el poder es justificar su sistema como el mejor.
Existe un intenso y extenso lavado de cerebro global que impide a la inmensa mayoría de las personas hacer un análisis mínimamente objetivo, aséptico, escéptico de cualquier régimen. El mio es el mejor. O como dicen los periodistas del régimen "la democracia es el régimen menos malo".
Pero repito, que no es que sea bueno o malo, que no existe. Y es demasiado complejo para defender esta tesis en una entrada de un blog. Me limito a decir que hay más sistemas, que cada uno tiene sus cosas buenas o malas, que la mayoría de la gente vive autoengañada y no ve más allá.
Y que dentro de todos los sistemas que se autodenomina democráticos parece que unos lo son "más" que otros. (No se puede ser "más" de algo que no existe, de ahí las comillas)
Hay ciertos valores, ideas que se le suponen implícitas (y hasta exclusivas) del régimen denominado "democracia". Democracia, literalmente gobierno del pueblo, en la actualidad hace mención a un sistema donde el pueblo elige periódicamente a sus representantes, incluidos, en algunos casos, el jefe de Estado.
Bajo esta definición, podemos decir que EEUU es uno de los países "más" democráticos. Los ciudadanos eligen a sus representantes, incluido el jefe de Estado, que en España no es impuesto por "birlibirloque". Los mandatos y el poder del jefe de Estado están limitados en el tiempo y por la oposición del congreso y senado.
Un modelo y ejemplo que se ha ido exportando por las buenas o por las malas al resto de países del mundo.
Por tanto un antiestablishment como Donald Trump puede teóricamente ganar unas elecciones. Pero en la práctica se ha visto todo el juego sucio de los medios, de sus propio partido, de organizaciones extranjeras. Y con todo, y por primera vez, alguien sin el visto bueno del establishment se hace con la presidencia del país.
Nótese que Donald Trump es multimillonario y que la "democracia" americana es de "más" calidad que muchas otras, por ejemplo la española. Aquí alguien así no dura un telediario. El desprecio al Estado de Derecho, a las normas, y la altísima e incrustadísima afición de todo el régimen español al juego sucio y a la corrupción es sistemática, sistémica, descomunal, gigantesca. En pocos países ha habido un "GAL" tan sucio. Un 11 M para cambiar masivamente el voto. En pocos países nos han puesto (y quitado) con tanto descaro a un rey. Un país de pandereta, de mafiosos, corruptos y terroristas. Aquí, alguien como Trump no llega vivo ni a la pegada de carteles.
Pero en EEUU sí. Y ganó y todo. ¿Y ahora?
Alguien así sugería desde el principio un "Kennedy". Pero no. Parece que ha habido otra opción. Le. han hecho comprender que podría no haber un "Kennedy", pero entonces habrá que plegarse a unas exigencias mínimas del Estado real, el estado profundo, como dice Al Assad, el estado en la sombra, que suena más conspiranoico, pero también se ha dicho.
Las pocas personas y medios que se han alegrado de su victoria han tratado de agarrarse a hipótesis de lo más estrafalarias para no perder la fe. Tantos años de juego sucio y mentiras, por fin llega uno de los "nuestros" y nos traiciona. No puede ser. Y podrán leer en este mismo blog las hipótesis (la "cuarta hipótesis") de algunos medios como La Gaceta o Alerta Digital, donde como queriéndose agarrar a un clavo ardiendo, desesperados no soportan reconocer la verdad:
Donald Trump nos ha traicionado.
¿Y qué se esperaban?¿Tan raro es? Si todos los presidentes de EEUU y por supuesto de casi todos los países del mundo son unos mindundis al servicio del verdadero poder. Y el verdadero poder no es el poder del pueblo ("democracia"). El verdadero poder es el Capital. Los que tienen el capital hacen y deshacen, dicen y desdicen. Ellos no van a permitir que ningún "mindundi" ponga en peligro sus intereses económicos. Ningún político por mucho poder que tenga les va a fastidiar sus negocios.
Así que los que mandan de verdad, marcan unas líneas maestras que se deben seguir a rajatabla, unos límites. Dentro de estos límites los políticos tienen cierta maniobrabilidad para legislar sobre temas menores. Así, mientras el pueblo engañado e imbécil se "divide" en debates estériles e "intrascendentes" señalado a aquel porque está en contra del aborto, por ejemplo, las hijas, mujeres, concubinas, putas y demás vaginas cercanas a las élites abortan o dejan de abortan según les salga o no del coño. Porque estos debates son para el vulgo, las élites hacen lo que les da la gana. Y lo más importante de todo, con diferencia, mientras el vulgo discute de sandeces, grita, muerde, se enemista y funda partidos, asociaciones y huelgas, el verdadero poder ejerce...el verdadero poder. Qué país hay que invadir, qué política económica, cuánto más hay que abaratar el despido, y cuantos millones más de "inmigrantes" o "refugiados" deben entrar el próximo año en Europa. Esto no es motivo de debate en ningún parlamento, ni siquiera medio de comunicación. Las consignas son claras y hay que obedecerlas.
Pues Trump ha caído en el poder real. Le dejarán cierta maniobrabilidad para que intente hacer (si le dejan los jueces, el congreso senado) algunas cosas intrascendentes para las élites como el muro con México o la reforma sanitaria, y para las cosas transcendentes el tío Sam en persona le llamará periódicamente y le dirá los misiles que hay que lanzar a tal o cual país.
El último en decirlo: Al Assad:
Assad: "Trump es un títere del 'Estado profundo' de EE.UU."
El mandatario sirio sostiene que Donald Trump no tiene "políticas propias" sino que sigue órdenes de las agencias de Inteligencia, el Pentágono, las instituciones financieras y de industrias como la petrolera
El presidente de EE.UU. Donald Trump no es un líder político verdaderamente independiente, sino un simple títere de las corporaciones de EE.UU. -militares y de Inteligencia- y sirve a los intereses de estas, ha declarado el presidente de Siria Bashar Al Assad en una entrevista concedida a la cadena Telesur.
Así, el mandatario sirio sostiene que Trump no tiene "políticas propias", sino que lo único que hace es ejecutar decisiones que han sido tomadas de antemano por "las agencias de Inteligencia, el Pentágono, los grandes fabricantes de armas, las compañías petroleras y las instituciones financieras".
A las órdenes del 'régimen profundo' de EE.UU.
"Como hemos visto en las últimas semanas, [Trump] cambió su retórica por completo y se sometió a las condiciones del 'Estado profundo' estadounidense, del régimen profundo estadounidense", agregó.
Assad se refirió así al hecho de que Trump llegó al poder tras una campaña en la que prometió acabar con la política intervencionista de su predecesor, Barack Obama, pero se olvidó pronto de ese compromiso y ordenó un ataque con misiles contra la base aérea del Ejército sirio de Shayrat después de que Washington acusara sin pruebas a Damasco de usar armas químicas en la provincia de Idlib.
Por todo ello, el presidente sirio considera que sería "una completa pérdida de tiempo hacer una evaluación de la política exterior del presidente de EE.UU." como si "él pudiera decir algo", porque todo lo que hace depende de "lo que le dictan estas instituciones".
"Esto no es nuevo, la política estadounidense ha funcionado así desde hace décadas", lamenta Assad, añadiendo que los políticos del país norteamericano están acostumbrados a "mentir a diario".
América Latina, ¿la siguiente?
Assad denuncia que EE.UU. continúa con sus políticas de agresión que buscan reafirmar su hegemonía mundial convirtiendo a todos los países que se oponen a sus intereses en zonas de guerra.
"EE.UU. siempre busca controlar todos los Estados del mundo, sin excepción. No acepta aliados, independientemente de si son Estados desarrollados como los del bloque occidental u otros Estados del mundo", explica.
Asimismo, añadió que "lo que está sucediendo en Siria, Corea, Irán, Rusia y tal vez a Venezuela ahora, pretende volver a imponer la hegemonía estadounidense en el mundo, porque creen que esta hegemonía se ve amenazada, lo que en consecuencia también amenaza a los intereses de las élites económicas y políticas estadounidenses".
Así, el mandatario sirio sostiene que Trump no tiene "políticas propias", sino que lo único que hace es ejecutar decisiones que han sido tomadas de antemano por "las agencias de Inteligencia, el Pentágono, los grandes fabricantes de armas, las compañías petroleras y las instituciones financieras".
A las órdenes del 'régimen profundo' de EE.UU.
"Como hemos visto en las últimas semanas, [Trump] cambió su retórica por completo y se sometió a las condiciones del 'Estado profundo' estadounidense, del régimen profundo estadounidense", agregó.
Assad se refirió así al hecho de que Trump llegó al poder tras una campaña en la que prometió acabar con la política intervencionista de su predecesor, Barack Obama, pero se olvidó pronto de ese compromiso y ordenó un ataque con misiles contra la base aérea del Ejército sirio de Shayrat después de que Washington acusara sin pruebas a Damasco de usar armas químicas en la provincia de Idlib.
Por todo ello, el presidente sirio considera que sería "una completa pérdida de tiempo hacer una evaluación de la política exterior del presidente de EE.UU." como si "él pudiera decir algo", porque todo lo que hace depende de "lo que le dictan estas instituciones".
"Esto no es nuevo, la política estadounidense ha funcionado así desde hace décadas", lamenta Assad, añadiendo que los políticos del país norteamericano están acostumbrados a "mentir a diario".
América Latina, ¿la siguiente?
Assad denuncia que EE.UU. continúa con sus políticas de agresión que buscan reafirmar su hegemonía mundial convirtiendo a todos los países que se oponen a sus intereses en zonas de guerra.
"EE.UU. siempre busca controlar todos los Estados del mundo, sin excepción. No acepta aliados, independientemente de si son Estados desarrollados como los del bloque occidental u otros Estados del mundo", explica.
Asimismo, añadió que "lo que está sucediendo en Siria, Corea, Irán, Rusia y tal vez a Venezuela ahora, pretende volver a imponer la hegemonía estadounidense en el mundo, porque creen que esta hegemonía se ve amenazada, lo que en consecuencia también amenaza a los intereses de las élites económicas y políticas estadounidenses".
Fuente: rt.com
LA DEMOCRACIA NO EXISTE
QED
Quod erat demonstrandum es una locución latina que significa ‘lo que se quería demostrar’ y se abrevia QED.
Precisamente Al Assad no tiene "autoridad" para hablar de quien es o no títere (él que debe su precaria situación a Rusia e Irán).
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