Un agente del Grupo IV de la Unidad de Intervención Policial (UIP), con base en Sevilla, recibió el pasado domingo una paliza a manos de un grupo de jóvenes musulmanes en Melilla. El funcionario policial, que se encuentra de baja por las lesiones que presenta principalmente en el rostro y la cabeza. Este martes tomaba un barco de regreso a Sevilla donde se recuperará de sus heridas.
La brutal agresión ocurría este domingo, entre las nueve y nueve y media de la noche, cuando el funcionario policial que se encuentra desplazado con sus compañeros en la ciudad autónoma, se dirigía a su residencia temporal durante el tiempo que permanece de servicio en Melilla.
La brutal agresión ocurría este domingo, entre las nueve y nueve y media de la noche, cuando el funcionario policial que se encuentra desplazado con sus compañeros en la ciudad autónoma, se dirigía a su residencia temporal durante el tiempo que permanece de servicio en Melilla.
Dicha residencia está junto a la Plaza de la Cruz Roja, muy cerca de la comisaría local. «Regresaba para cenar porque al día siguiente tenía que entrar a trabajar muy temprano», ha relatado a ABC el agente agredido. «De lejos vi a dos grupos de jóvenes, y cuando me acercaba a ellos empecé a escuchar cosas. Creía que se estaban gritando entre ellos, pero cuando ya estaba muy cerca, me di cuenta que me lo decían a mí». El agente escuchó como le insultaban con descalificaciones como: «chivato», «madero de mierda».
El funcionario asegura que al ver que el número de jóvenes era importante, entre diez y y quince, decidió no responder a las provocaciones y prosiguió con su marcha en dirección a su casa. «Sin embargo, de inmediato me rodearon y empezaron a golpearme». En un principio relata que fueron cuatro o cinco agresores y trató de defenderse, «pero se sumaron más personas y al final consiguieron tirarme al suelo». Ya vencido, los golpes se centraron en la cabeza. El parte de lesiones recoge contusiones, hematomas y una herida abierta que ha necesitado de puntos de sutura en la nariz.
La agresión duró unos cinco minutos. El tiempo en el que se personó una patrulla de la Policía Local que fue alertada por algún vecino. Dos jóvenes fueron detenidos, uno de ellos es menor de edad. A pesar de ser un adolescente, el agente recuerda que era el más violento. «Le decía a los amigos que fueran a sus casas a por un pincho o algo con punta para pincharme».
Este lunes, el agente formulaba denuncia y declaraba en los juzgados de Melilla y un día después viaja de vuelta a Sevilla. En la ciudad autónoma se ha abierto una investigación para identificar al resto de agresores.
Ambiente muy crispado
Fuentes policiales desplazadas a los operativos que trabajan en el control de la frontera aseguran que la tensión en Melilla está creciendo por momentos y que, además, los agentes se sienten muy desamparados por las autoridades policiales. «Imagina si en lugar de un agente, hubiera sido al revés y es el policía quien golpea a los jóvenes. Ahora mismo habría un escándalo. Sin embargo, a este policía no lo ha llamado nadie para al menos preocuparse por él».
Esta agresión se produce después de que el pasado mes de diciembre se difundiera un vídeo de cinco agentes de paisano golpeando a un menor de 17 años. La Delegación del Gobierno anunció que le abría expediente a los funcionarios policiales y desde los sindicatos matizaban que los agentes habían sido agredidos previamente por un grupo de jóvenes que les intentaron robar y aportaron partes de lesiones para acreditar sus versiones.
Esta agresión se produce después de que el pasado mes de diciembre se difundiera un vídeo de cinco agentes de paisano golpeando a un menor de 17 años. La Delegación del Gobierno anunció que le abría expediente a los funcionarios policiales y desde los sindicatos matizaban que los agentes habían sido agredidos previamente por un grupo de jóvenes que les intentaron robar y aportaron partes de lesiones para acreditar sus versiones.
Cuarta agresión
El sindicato Jupol ha denunciado este martes que lo ocurrido al funcionario policial de la UIP no se trata de un hechos aislado. Según datos ofrecidos por este colectivo, ésta sería la cuarta agresión en lo que va de año a policías que son identificados cuando se encuentran fuera de servicio. «El agente, aunque no pertenece a la plantilla de Melilla, fue reconocido porque suele pasar de uniforme junto a ese grupo de jóvenes cuando va a trabajar. No había tenido problema alguno con anterioridad hasta que lo han visto de paisano», señalan desde Jupol, que reclama que se tomen medidas urgentes.
Fuente: AD
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